Rediseñando portadas de albumes clásicos como el Dark Side of The Moon de Pink Floyd, Aladdin Sane de David Bowie y 68’ Comeback de Elvis Presley, entre otros, lograron realizar un ejercicio bastante interesante y bien logrado.
No sólo están perfectamente bien manipulados, sino que además resultan bastante cómicos. Quizá sea el mero efecto de sacar algo de contexto lo que provoca tanta gracia o el hecho de que Lord Voldermot pierda toda credibilidad cuando aparece como Michael Jackson en la portada de Bad.
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